El libro de Ángel Martínez "Mefistófeles no es mi nombre" revela en profundidad, el origen de toda afrenta contra la obra laureada de Dios: La Mujer.
Entre los ultrajes más relevantes está el Malleus Maleficarum (martillo de las brujas), texto terrorífico escrito por dos sinvergüenzas monjes católicos inquisidores, quienes trataron de destruir la magia, la gracia, el poder y esoterismo femenino.
Estos dos dominicos misóginos y psicópatas medievales se fueron lanza en ristre contra la naturaleza humana. Con su manual de pendejadas, guía de embustes y métodos crueles para señalar, perseguir, y cazar mujeres por toda Europa. Miles murieron desposeídas, humilladas y de forma cruel. Una cacería que duró 200 años.
Que ironía, estos feminicidas, dizque implacables cazadores de demonios, convertidos en el demonio mismo.