Glen Keane era realizador de Disney y se nota; en un año donde lo más esperado de la casa del Ratón era, justamente, el live action de su heroina china, quien más justicia le hace es esta pelicula que NO es de Disney pero nos lo recuerda y mucho.
Con una reinterpretación muy pop (o ATP, deberÃa decir) de un mito chino, los recursos tipicos de Disney y un final que no decepciona (no voy espoilear nada, véanla) es, ni más ni menos, una muy colorida apuesta para pasar un buen rato.
Hay que verla con unos pañuelitos cerca, es cierto, pero los números musicales y la puesta en escena son convincentes y entretenidos.
Personalmente disfruté muchÃsimo el vestuario exquisito de Chang' e y los momentos donde hay animación "a lápiz".
Por otro lado, si no te gustan ni los números musicales ni el hecho de que todo el motor de la pelÃcula es una pérdida, pasa de largo, te vas a perder un lindo producto no apto para gruñoñes negacionistas