La novela es buena, pero no la mejor de Salvador MejÃa. No habÃa quÃmica entre Arámbula y Colunga. Esa pareja parecÃa más una subtrama. Los verdaderos protagonistas eran César Évora y Victoria Ruffo. El personaje de Deborah era bueno, pero la verdadera antagonista era Raquela. Ella era la única que podÃa provocar miedo en Federico.