Un sin sentido que no llega a nada. Un elenco de renombre desperdiciado con diálogos totalmente planos y sin profundidad alguna en los personajes.
A Wes Anderson el tema de los cameos se le ha ido de las manos, no aportan absolutamente nada y solo quitan la mÃnima inmersión que se pueda estar ganando.
Tema aparte la banda sonora, la cual es inexistente. Nulos efectos de sonidos ambientales o musicales, hacen que toda la puesta en escena se sienta robótica y plana, sin emoción alguna.