Los himnos y coros de la Iglesia del Señor están inspirados en su palabra (algunos versos están compuestos aludiendo a fragmentos bíblicos) y nos sentimos orgullosos de que Dios se manifieste a través de la voz de su sierva amada, la hermana María Luisa, cual salmista le expresa su devoción con sus cánticos. Algunas personas han dicho en sus testimonios que, gracias a sus coros, han sentido deseo de acercarse al Rey del Gloria y, por supuesto, de congregarse en su Iglesia.