Por más que lo intenten! No es una serie para nada deductiva, no se puede tratar de descubrir el culpable detrás de los guiños que se van dando a través de la historia, porque, se van inventando cosas, personajes y historias internas que no dejan nada a la imaginación. Quién mató a Sara, es una especie de juego infantil, donde el niño que inventó el juego va poniendo las reglas según se desenvuelva, obviamente confusas y sin sentido.
Pusieron haber cautivado un público que quiere sentirse desafiado a descubrir una historia, ahora hay que conformarse con una telenovela que bien pudiera proyectarse en un canal de TV abierta, sentado en una mecedora.