Al principio cuando comencé a leerlo me pregunté ¿ qué necesidad tiene la escritora de desenterrar recuerdos de su familia, propiamente de su madre? Al concluirlo me quedó claro que es necesario: rascar, investigar, conocer de donde venimos, lo que nuestros abuelos y padres vivieron. Que experiencias permean a nuestra familia, cómo se abordaron si es que se abordaron. Si no se conocen o no se afrontan, la herida nunca cicatriza, siempre habra una costra que en cualquier momento se levanta. Una autoficción bien abordada.