La depresión, la adolescencia, el divorcio, el suicidio, la culpa... Sensible, profunda, desgarradora. Una joya absoluta para el género dramático, que trae al cine una trama para nada novedosa en nuestro tiempo y sin embargo silenciada en la narrativa. Duele cada escena y con el paso del tiempo solo logra ponerse peor. El tipo de dolor que obliga a la reflexión, la conciencia, el respeto y el cambio de abordaje frente a la salud mental.
Si buscás una peli para pasar un buen rato, definitivamente no es esta.