La vida tan siempre de la mano con la muerte.. Tan ordinaria y tan fantástica, tan cotidiana y tan sagrada.. El odio el amor la traición como parte inherente del hombre reivindicado en el último acto.. En la muerte. El ojo omnisciente testigo de él ciclo repetido del comportamiento humano. El amor escondido y arrancado de las vÃsceras al final del ocaso le confiere un lugar en lo divino al protagonista. Lo simple y común de la vida pone en su lugar el ego de los protagonistas al coronar sus grandes logros con la muerte sin ninguna parafernalia polÃtica religiosa..la misma vida les minimiza y les hinca ante la obra de los dioses..Los humaniza.. Majestuosa serie.