Una obra literaria bella, imaginativa, deslumbrante y apaciguadora; y lo que es mejor... la película la embellece más y la serie para la TV, da "el golpe final" para enamorarse de sus partes argumentales. Un clásico de clásicos, que no deberá faltar nunca en ninguna gran biblioteca. Me recuerda mi infancia junto a mi madre putativa amada, observando la serie en la TV, a las 3 de la tarde de todas las tardes y aquella expresión feliz mía, que dejé escapar una de aquellas tantas tardes: "¡Mami está enamorada del fantasma!" Y en el fondo yo estaba celoso del galán que hacía del fantasma en aquella casa de la playa inglesa. Bellos tiempos que jamás volverán...