Este libro me gustó bastante, pues no sólo es un romance, también trata situaciones de la vida en los jóvenes que son reales, problemas familiares que si pasan en la vida de algunos jóvenes, que no son fáciles de resolver o de controlar al igual con el problema de las drogas, no tiene que haber un porque caen en ellas, el punto es que caen en aquella adicción y es difícil salir, te destruye, no te permite ser una persona estable, y este libro lo dejo claro, que una persona no puede dejarlo de la noche a la mañana, necesita ayuda, también un impulso; al igual que con lo que sucedía en su casa, nuestro protagonista no lo podía controlar, y aún así quería a su familia, a pesar de todo. Relata también muy bien el dolor, la pérdida, la culpa, el amor y los sueños. Me fascinó que su relación no fue forzada que se empiezan a querer poco a poco, se muestran lados que a nadie más le habían mostrado, que se dedicaron el uno al otro. El final es muy devastador, te deja con una profunda tristeza, pero a pesar de eso me pareció un muy buen libro.