Chico busca chica (o al revés) y no la encuentra más que en la cama.
Aderezado de pretendida modernidad, al enumerar la autora, como si tuviera que hacer una lista de lo que entiende que está presente en la juventud actual, el compendio de desgracias siglo XXI: bullying, malos tratos de pareja, malos tratos familiares, suicidio, depresión, clasismo, (bastante trasnochado), clichés políticos, precariedad laboral...Yo no he pillado el libro, si le quitas el rollete eterno (sin principio ni fin), que no aporta ni siquiera mérito literario alguno, no queda nada.