Fortuna es un anticuado novelón con toques de Borges, Alejandro Dumas, el Camacho de Vargas Llosa y otros, que resulta francamente tedioso y sobre redundante; da vueltas sobre una misma historia contada por cuatro personas distintas, que en la práctica resultan iguales y sin matices aunque el autor se impersone en masculino o en femenino; se enmarca en la línea de Rosaura a las Diez y El cuarteto de Alejandría sin llegar, desde luego, a la calidad de estas obras; en síntesis, aburrida, larga, sin interés.