Emilio Peña

Sinceramente, siento una rabia terrible en tener que escribir una reseña tan mala, después de dedicar horas y horas para terminar una novela con un protagonista espantoso, ególatra, mezquino, egoísta, narcisista, machista, violador y secuestrador. Genera tal sensación de hastío que he tenido que hacer un esfuerzo importante para terminarlo y no dejarlo en la estantería olvidado. La narrativa es mala, localizar la novela en ciudades que el autor/a no domina es sinceramente un terreno pantanoso. Nueva York y Londres sin detalle, se nombra un par de barrios, alguna zona de la ciudad y poco más, no hay una descripción detallada, no hay un mimo por cuidar el detalle de la localización. La cronología no queda clara, no se indica cuánto tiempo pasa entre una cosa y otra, y las expresiones muy pobres. La palabra "airado" para expresar un estado de ánimo aparece más de 30 veces en la novela, la expresión "psicología barata" otras tantas con la que el protagonista se dirige a los demás cuando le hacen algún juicio de valor. Se supone que el protagonista es de una clase social alta, con estudios en buenos colegios, los diálogos no son acordes a tal estado. En definitiva, un poco despropósito todo, además teniendo novelas anteriores que sí me han gustado (dime quién soy o dispara, yo ya estoy muerto). Lo mejor es que ya la he conseguido terminar, para olvidar esta experiencia.