La primera pelÃcula de la serie nos ofreció un entretenimiento pasable, en gran parte gracias a la presencia de un tiburón gigante, que es algo que a muchos nos encanta. Sin embargo, la secuela da la impresión de haber sido concebida por un niño de 10 años jugueteando. Los intentos de humor son tontos y no logran su objetivo, hacen chistes dos segundos después de que hayan muerto sus amigos de forma brutal. Además, es importante mencionar que el megalodón, que deberÃa ser el protagonista, sólo tiene presencia en un 20% del metraje. Por esta razón, podrÃamos muy bien renombrar la pelÃcula como "Rápidos y Furiosos XX" sin que nadie pusiera objeciones, aunque eso no evitarÃa que fuese una de las peores entregas de cualquier franquicia. En resumen, se siente como un enfrentamiento genérico entre buenos y malos, pero con un guión muy deficiente.