Malo, terrible, horrible y pauperrimo. Un circo que no da risa lleno de caras viejas tratando de hacer humor nuevo, que queda ahí, en el intento. Copano es un conductor tibio, sin mucho carisma y el humor manejado es demasiado politico que llega a ser aburrido. Creo que incluso, me río más con la presentación de Meruane y el chiste del noctulo, que con esta burda copia de los late night shows gringos con humor progre.