Una gozada de lectura para todo aquél que se ha subido a un furgoneta para ir de gira o ha soñado con hacerlo. Divertido, mordaz, sincero y triste a la que de despistas. Como la vida misma. No hace falta que seas seguidor de Lagartija Nick ni de los Planetas para disfrutar de algunas de las delirantes historias de Eric Jiménez y de su generosa manera de compartir sus luces y sus sombras. Los suyos lo deben querer como él a ellos, seguro.