Solo es misterioso aquello que desconocemos.
Los Ovnis, los extraterrestres, los avistamientos de naves que por su estructura parecen ser no humanas, son fenómenos que cautivan , inquietan y llaman con fuerza la atención. Por su origen incierto y la incertidumbre que provocan. Por razones obvias es una veta de oro temática para el séptimo arte, ya que puede abordarse desde diversas vertientes.
Jordan Peele suele dotar a sus filmes de una atmósfera enigmática. Aquí, no es la excepción. La secuencia inicial muestra a un chimpancé en un set de televisión bañado en sangre; vemos a medias el cuerpo de una chica que yace en el suelo y un zapato de mujer, extrañamente erguido en una especie de postal estética en medio del caos sangriento de una cruenta matanza.
Una secuencia aparentemente inconexa con la premisa principal de la trama qué, conforme se va ejecutando entendemos que es una metáfora de lo incomprensible, de todos los sucesos extraños e inexplicables. que no entendemos por qué ocurren y sin embargo, suceden cotidianamente.
Qué mejor lugar para llevar a cabo la historia que un rancho en California enclavado en una zona montañosa, alejado de la civilización, en medio de la nada.
Un criador y entrenador de caballos para participar en películas de Hollywood, vive en etapa baja de su vida. La muerte súbita, rara y sorprendente de su padre, lo ha dejado en mala posición.
Un vaquero coreano con un show del viejo oeste que vivió de pequeño la truculenta experiencia del chimpancé asesino.
La hermana del entrenador de caballos; que en personalidad es el reverso de la moneda con respecto a su hermano.
Un empleado de una tienda electrónica que se dedica a instalar circuitos cerrados de televisión para monitoreo y vigilancia.
Un afamado cinefotógrafo, decidido a filmar uno de los sucesos más extraordinarios e impactantes.
Todos ellos, tan diferentes, harán equipo para encarar algo incierto de origen no humano que los vigila y acecha en primera instancia sigilosamente y después, abierta y vorazmente.
El director se toma su tiempo en ir sembrando y montando los elementos que generan la atmósfera enrarecida. Esto puede desesperar un poco a los que se han acostumbrado a ritmos narrativos vertiginosos tipo Marvel.
Acá no hay prisa. Los elementos narrativos se van cocinando a fuego lento para entrar en ebullición en un vibrante tercer acto.
Notable actuación de Daniel Kaluuya que se ha convertido en el actor fetiche del director.
Da gusto ver de nuevo a Michael Wincott. Un actor que solía aparecer bastante en diversas cintas de los 90's (Along Came the Spider, Strange Days, Basquiat, Romeo is Bledding) y que andaba algo desaparecido.
Una experiencia atractiva fue presenciar la nueva obra del director de Get Out en pantalla grande. Es del tipo de cintas que para su pleno disfrute debe verse en una sala de cine. Un director que va construyendo de a poco una voz propia y un estilo muy personal de hacer cine, algo digno de alabarse en una época en la que predominan el cine de franquicia. y sagas.
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