Mi padre la usaba y respetaba mucho. Yo no la he utilizado. Uso la Latinoamericana cuando doy pláticas y para mí uso personal uso la Biblia de Jerusalén. Para poder opinar sobre la Nácar y Colunga tendría que leerla y utilizarla. Pienso que es magnífica. A mí esposa le encanta. La Biblia es la Palabra de Dios y siempre merece todos mis respetos.
Attentamente. LIC ARTURO CERVANTES.