Primer libro que leo de Perez Reverte. Tenía muchas expectativas, pero resultó tedioso, exagerado e inverosímil de muchas formas. Me costó terminarlo. Hay un despliegue innecesario de citas, un juego de roles de Holmes-Watson que resulta cansino y el final deja un mal sabor de boca ya que el silencio termina siendo la omisión exculpando un delito cometido por el mismo Basil hace muchos años.