Es una serie que te llega al corazón. A mi me ha hecho llorar, no de pena, sino de emoción. Me ha hecho recordar momentos de mi niñez que me hicieron inmensamente feliz. Situaciones cotidianas que nos marcan profundamente para bien o para mal. Los fantasmas que tenemos cada uno de nosotros guardados en el armario.
Todo en la dosis adecuada.
Es preciosa.