A mis 10 años me la recomendó el vecino Quique, estaba prohibida en la Argentina de los setentas. Al ingresar a la universidad pública creí ver replicado las actitudes de la izquierda porteña que te cruzás en los pasillos. Debería ser una lectura amena para los últimos años de la enseñanza secundaria, creo que puede consolidar una visión sobre las falsas jerarquías.