Es excelente. A los que no les gustó es porque no les gira el cerebro para entender que un personaje se construye con su tiempo debido. Es una trama con subtexto, no se agota en la diégesis principal. Pero parece que les cuesta entender que no todo son golpes, disparos y blancos salvadores. Les molesta que los protagonistas no sean el cliché del conquistador y lo llaman “inclusión”. Así escudan su incapacidad para comprender y destejer la narración. Paren con su homoerotismo que les exige ver hombres blancos musculosos salvando al país para continuar con sus prácticas onanistas.
Es una serie para el que gusta del desarrollo, de la metadiégesis, de los buenos diálogos y de una fotografía excelente.
No es perfecta, pero sí es maravillosa. Recomendada absolutamente.