Vi esta pelÃcula dÃas antes del fallecimiento de Donald Sutherland. Y realmente me tocó en lo personal este drama familiar. Me conmovió sobre todo porque me sentà identificado con la historia, y sobre todo con el protagonista Conrad (Timothy Hutton). Es una historia dura, aunque en el inicio muestre a un matrimonio de la clase media, feliz, pero con un hijo que estuvo internado en una institución psiquiátrica, luego de un intento de suicidio. Todo es aparente en esta familia que camina sobre una delgada capa de hielo a punto de resquebrajarse. La muerte del hijo mayor, del que su hermano Conrad logró sobrevivir, es ese hielo a punto de quebrarse. Una madre frÃa en demostrar sentimientos es parte de esa grieta familiar. Y todo en algún momento vuela por el aire. El accidente del bote en el que el hermano mayor de Conrad perdió la vida, pero el propio Conrad sobrevivió es una metafora temprana de lo que se iba a suceder en esa familia, donde en algún momento afloran los reproches, los sincericidios, y finalmente las fortalezas. Al final el bote se hunde, y el matrimonio Jarrett y la familia también. Pero Conrad sale a flote, con muchas dificultades, pero sale.
Nunca vi una pelÃcula con un Donald Sutherland conmovido y llorando, logrará emocionarme tanto.