**Crítica cariñosa de *Del Revés 2* (Inside Out 2)**
Qué maravilla de película, amigos. Si hay una palabra que define *Del Revés 2*, es "magia". Pixar lo ha vuelto a hacer, trayendo a la pantalla una película que no solo hace reír y emociona, sino que además nos ayuda a entender, tanto a pequeños como a grandes, lo que pasa en nuestras cabezas y corazones. Si la primera entrega ya era una joya, esta secuela sigue siendo una auténtica lección de vida disfrazada de aventura infantil.
La historia sigue a Riley, que ahora está entrando en la adolescencia. Y ya sabemos lo que eso significa: ¡nuevas emociones! Además de los clásicos que ya conocemos (Alegría, Tristeza, Furia, Desagrado y Miedo), en esta segunda parte aparecen nuevas emociones, como la ansiedad y la vergüenza, que complican y enriquecen aún más el panorama. Lo interesante es que los niños, sin darse cuenta, empiezan a entender que lo que sienten es normal y que incluso las emociones "feas" tienen su razón de ser.
Para nosotros, los papás, es un alivio ver cómo la película toma temas complejos, como el crecimiento emocional y los cambios internos, y los presenta de manera tan clara y entretenida. Mi hija, que tiene cinco años, ha visto la peli dos veces, y cada vez que la vemos, se queda fascinada. Lo más bonito es que después de verla, ella misma ha empezado a hablar de sus emociones de una manera que me deja boquiabierta. "Mamá, hoy me siento un poco Tristeza", o "¡Alegría ha vuelto!". Es precioso cómo la película les da herramientas a los peques para expresar lo que sienten.
La animación es vibrante y colorida, como era de esperar de Pixar. Cada emoción tiene su propio estilo, y las nuevas que se introducen son tan graciosas como entrañables. Me encantó cómo ilustran los pensamientos de los adolescentes, ese caos en el que todo se mezcla y no sabes muy bien qué sentir. Es como si la película supiera exactamente lo que es estar en esa etapa y lo contara de manera que tanto los niños como los adultos puedan entenderlo.
Además, *Del Revés 2* tiene momentos conmovedores que tocan el corazón, como esas pequeñas escenas donde Tristeza demuestra, una vez más, que a veces es necesario estar triste para luego poder estar contento. Es una lección valiosa para los niños: que está bien sentir todo tipo de emociones, y que no hay que reprimirlas, sino aprender a vivir con ellas. Me parece un mensaje precioso para mi hija y para cualquier niño que vea la película.
En resumen, esta película no solo es divertida y está llena de aventuras, sino que también nos enseña a todos, grandes y pequeños, a aceptar lo que sentimos y a ver el valor de cada emoción. Es profunda, sí, pero lo mejor es que lo hace de forma tan amena que los niños lo absorben sin darse cuenta. Si a mi hija le ha encantado (¡dos veces ya!), eso es prueba suficiente de que Pixar ha vuelto a crear algo maravilloso. ¡Un aplauso a *Del Revés 2* por enseñarnos que sentir está bien, siempre!