Lo mejor, el reparto, con un Yon González en el que se adivina una bestia de actor.
Y Luis Homar, Vicente Romero, Pedro Alonso y José Ángel Egido, que ofrecen grandes actuaciones.
Todos inmensos.
Por otro lado la trama es demasiado enrevesada y lo de la muerte de las niñas...se les fue la mano sin necesidad.
Y las actrices, salvo Melanie Olivares que está magnífica, la abuela, soberbia en todas las escenas en las que aparece, y Natalia de Molina, que ya da señales de la inmensa actriz que es, están sobreactuadas o son directamente un desastre.
Una pena porque sino era una serie redonda.