Excelente, esto fue a mis 10 añitos de edad, Taganaga aún estaba poblada de muchos árboles y el ambiente costeño del bosque seco y tropical se me iba impregnando en mi corazón.
Diomedes y Colacho sonaban fuertemente en los sentidos de los Tagangueros, aunque ya venía dejandonos huellas con Elberto López, y lo que hizo luego lo hizo reafirmarse, lástima lo que trató de componer al final, que es donde vemos a un Diomedes decaído y tratando de salir a flote con lo primero que se le ocurriera, y ya, solo fue el final.
Abrazo musical de amor y paz.