David Morillas

Nada recomendable. Normaliza el hablar mal y a gritos a los padres, a las abuelas y a veces hasta a considerarlos sus esclavos de juegos. Refleja la figura del pequeño dictador sin frenos en demasiadas ocasiones. En las que son de puro humor tampoco transmite directamente muchos valores. Bajo una melodía graciosa de títulos de entrada y la visión de una familia ideal se ocultan luego estas cosas No sé si los guionistas tienen hijos o no pero flaco favor hacen con esta serie a la formación.