Amaloha

Acabo de terminar de ver The Untamed y no puedo dejar pasar la oportunidad de una reseña. Extraordinaria en todos los aspectos: guión, actuaciones, escenografía, vestuario, música, efectos especiales… en fin, nada que criticar. Hasta los niños lo hicieron de maravilla! Cada actor se metió muy bien en su personaje, lo cual enriqueció muchísimo la puesta en escena. Mi admiración para el actor que interpretó a Jin Guang Yao, un personaje con tantos matices, que conmueve incluso en medio de su depravación y malicia. Bien logrado el papel de Jiang Cheng, con sus conflictos internos que lo mantienen en lucha perenne consigo mismo, por el amor y el resentimiento hacia su hermano adoptivo. Muy convincentes fueron también los personajes Wen Ning y Lan Xi Chen, quienes llevan la fidelidad y el amor por sus amigos a límites que sobrepasan el sentido común. Tantos y tantos personajes, todos inolvidables, buenos y malos. Pero es indiscutible que las actuaciones de Zhan y Yi Bo son lo más extraordinario y cautivante de la serie. Ciertamente me llegaron al corazón, me hicieron reír, llorar, sentir rabia ante la injusticia, emocionarme ante los triunfos, ya perdí la cuenta de las veces que he escuchado su canción, la que Lan Zhan le compuso a su Wei Ying, me he trasnochado innumerables veces por no ser capaz de apagar la televisión, siempre queriendo devorar más y más capítulos. Eso es su mérito, el atrapar a tanta gente frente a la pantalla, saber trasmitir impecablemente los sentimientos, carácteres, ideales, maneras y principios de sus personajes. Al principio me pareció que 50 capítulos eran demasiado, ahora digo que no fueron suficientes. Mis felicitaciones a todos los que de una u otra forma dieron vida a esta maravillosa serie.

“La promesa más larga” me cautivó profundamente y apenas me dejó separarme del televisor. Excelentes escenarios, vestuario impecable y una muy buena actuación. La historia es conmovedora y se desarrolló a buen ritmo, no me aburrió nunca. Hay drama pero también risas, conflictos pero también alegrías. Lástima el final tan decepcionante: Zhu Yan, quien no hizo daño a nadie, y ayudó a tantos, termina perdiendo injustamente a todos los que amó: sus padres, su mejor amigo y guardián, y su amado Shi Ying.