Es una obra espiritual sin precedentes... es recordarle al hombre que él es el alma, término que nos han estado quitando poco a poco, con la excusa de que es igual a decir "El Ser" y esto no debe ser, pues San pablo dice que el Ser es el cuerpo, el alma y el espíritu y para estos grandes místicos del siglo XVI, y digo estos, pues no puedo dejar de pensar también en Teresa de Jesús (de Ávila), conocer y hablar del alma como la esposa de Cristo, hecha por Dios para su hijo amado, con sus 3 potencias, no se puede confundir jamás con nuestro espíritu ni con nuestro cuerpo carnal. Esta obra mística maravillosa, es el mejor atributo que hoy día se le puede hacer a la esposa de Cristo, nuestra alma. Leedla sin temor.