Si no fuera por la fotografÃa serÃa un cero rotundo.
La pelÃcula nunca despega, jamás cierra algo de la trama. Cuando parece que va ha avanzar el personaje de mahershala Ali dice que las señales estaban ahi, pero nadie sabe cuáles son esas señales. Solo al final, cuando inexplicablemente una niña decide alejarse de sus padres, cruzar un bosque aterrador, con una bicicleta que deja un rastro que ni una moto dejarÃa, se encuentra con una casa igualmente aterradora, y en completa soledad decide entrar a un búnker super sofisticado que absurdamente no tiene seguridad, gira una perilla que pone en funcionamiento al búnker y una computadora que anda cuando nada está andando nos dice que está pasando.
A mà nadie me advirtió, no la vean.