Muy mala. Mala, mala, mala. Es inentendible cómo siendo que la historia transcurre en 2017, esté todo ambientado en 1970. Las ofincas de noblex parecen un juzgado en "Argentina 1985", solo hay que cambiar la notebook por una máquina de escribir y listo. También que el gerente de marketing de newsan, encargado de vender TVs, tenga en su casa un televisor de tubos de 21". Todo es anacrónico, es como si el director no supiera cómo se ve una oficina en el siglo 21 y haya quedado con la imagen de una oficina oscura, con madera del piso al techo, ficheros de metal y montañas de papeles y carpetas la manilas.
Las actuaciones pésimas también. Ni se gasten.