Una verdadera obra maestra que nos muestra, con un toque de humor negro, la voracidad del capitalismo y su máxima: "el mercado se regula solo".
Cuando como sociedad delegamos y nos ponemos en manos de los intereses y la codicia de poderosas corporaciones privadas, es el fin de toda humanidad. Y literalmente, de la Humanidad, en la serie.
En el mundo real, esa codicia sin fin también se la está cargando: guerras por el acceso a recursos estratégicos (y la industria armamentÃstica debe ganar dinero, claro), esclavitud infantil, desastre medioambiental a pasos agigantados...