Sin duda la peor hora y media de mi vida. Sigo sin entender como fui capaz de gastar mi tiempo de esta manera. Esa hora y media la pude haber usado para crear la cura del cáncer en vez de ver esta aberración, lo único bueno fue el papucho del protagonista. En fin, le agradezco a los guionistas por dar el ejemplo de lo que uno no tiene que hacer a la hora de escribir una película. Saludos