Entretenido, ingenioso, confrontador, exhortante y realmente disfrutable. Un libro publicado hace 80 años, que sigue mostrándonos como las luchas y tentaciones de un cristiano de nuestros días, son las mismas de un cristiano de aquellos tiempos, y que los principios bíblicos (como Dios mismo) son inmutables. Vaya que las páginas y enseñanzas de "cartas del diablo a su sobrino" envejecen bien. Toda una genialidad compuesta por un gran genio como lo es el señor C.S. Lewis. Un gran teólogo, pero sobre todo, un fiel cristiano.