Sentimientos enfrentados.
Nos encontramos ante un K-drama de lo más pintoresco. Está repleto de efectos especiales, fantasÃa, magia y emoción, todo ello aderezado con una pizca de humor.
A grandes rasgos he de reconocer la formidable labor de las guionistas, Hong Jung-eun y Hong Mi-ran. El ritmo de la trama es formidable.
Otro de los datos a tener en cuenta es la tremenda quÃmica que me transmitió la mayor parte del elenco, sobre todo la pareja protagonista de la primera temporada.
Los escenarios son inmejorables; esa parte del set que transcurre entre canales y puentes fue creada sobre un vertedero.
Tras una trepidante y simpática primera temporada de 20 capÃtulos mi corazón quedó en tensión, con ansias de saber como continuarÃa.
La segunda temporada, la cual transcurre mucho tiempo después, es mucho más rica a nivel estético y adulta. Lo que en un principio pareció el reemplazo de la actriz principal y suscitó en mi una ligera indignación, resultó ser una necesidad de la trama y una acertada elección.
Hablamos de una serie que llega a enamorar y que contiene casi de todo. A tener en cuenta los más de 4 millones de dólares empleados.
Si bien casi todo son medallas, en mi opinión, el final de parte de la trama de la segunda temporada fue demasiado rápido y conveniente. Es una pena que no supieran mantener el pulso de un producto tan espléndido. Asà y todo merece ser vista.