Voy en la página 23 y ya no me gustó que intentara demonizar los fármacos y medicamentos psiquiátricos, ya que algunas personas realmente los necesitan, y hablar de esta manera viniendo de un profesional de salud mental puede ser contraproducente. Tampoco me gustó que dijera que la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo y los ataques de ansiedad “no son enfermedades fisiológicas u orgánicas, y no van asociadas a una falta de serotonina. Se trata de una simple trampa mental en la que es fácil caer”. No creo que esta visión simplista acerca de estos trastornos, vaya a contribuir de alguna manera. Seguiré leyendo sólo para darle una visión crítica.