Se trata de una serie entretenida. La reencarnación de los variados dioses de la mitologÃa nórdica es de cómic pero funcional para el objetivo básico de la serie. Tiene cierto componente irónico o de convencionalismo adecuado (ceremonia de funeral de Vidar en una iglesia Cristiana, a la que acuden todos sin que tenga sentido que crean en ello). También es autocrÃtica, sin caer en lo más bajo (discurso de lauritz o cómo se diga travestido de directora el dÃa de la constitución Noruega). Saca a colación los temas de turno: el eterno cambio climático y el papel de la mujer en puestos de responsabilidad (hasta los dioses nórdicos que yo al menos suponÃa más liberados prefieren un varón a cargo de la empresa).
El guion está bien y los actores hacen bien su trabajo (unos mejor que otros como siempre).
En fin se pasa un buen rato