Brillante, gran conclusión para un personaje tan desdichado, encarna lo miserable que puede ser el ser humano, y su eterna búsqueda del amor, deja también la puerta de un ciclo que se repite. La primera es una llamada de atención al cuidado de la sanidad mental, y la segunda al abandono de las autoridades por los que solemos encasillar como "locos".
Spoiler Alerta.
El guiño final del joker de Heath Ledger, es francamente conmovedor.