Una obra maestra de Ridley Scott, que recrea las injusticias históricas que han padecido las mujeres y por una suerte esta vez triufó la justicia. Grandes actuaciones, grandes dialógos y gran puesta en escena. Su propio prestigio es suficiente y no necesita un Óscar al mejor director, pero estará en la pelea para los próximos galardones.