Es el libro de las capas. Puedes leerlo superficialmente y sin atención y parecerte una breve novela de mero entretenimiento, que no cuenta gran cosa. Pero el lector inteligente y avispado accederá a las capas internas, que se suceden como en una matrioshka, mucho más interesantes cada metro que te sumerges en la lucha entre el estado de libertad de la adolescencia y la esclavitud de la edad adulta y todas las falsedades que la disfrazan. Capas que ganan aún más profundidad cuando relees el libro y cada vez que lo haces siempre te aporta nuevos matices que te abren algo en el cerebro, hasta llevarte a la adicción e incluso a la leyenda negra de esta novela.