Nos vemos en mi 19 vida, te deja un sabor agridulce en las emociones, te hace entender lo difÃcil que puede ser el duelo y como cada uno lidia con ello de forma diferente, como el dolor y la pérdida se experimentan en distintas tonalidades como si fueran diferentes grises y negros.
El hecho de no rendirte después de hacer un promesa y decidir estar ahà incondicionalmente, atravesar el dolor y ver que siempre hay un respiro después del miedo y la depresión, que la culpa está más presente de lo que creemos esperando solo un pequeño instante para tomarnos y consumirnos.
La profunda conexión, de que aunque nuestras mentes se deterioren el corazón sigue palpitando sintiendo amor, calidez y comodidad con aquello que no recuerda, que tu vida es preciosa en el hoy con las personas que tienes hoy y que deciden mutuamente acompañarse.
El como a veces somos tan tontos y frágiles que no podemos ver más allá de nuestro dolor, creer que podemos controlar lo que sucede nos hace cada vez más humanos creyendo que podemos tener el mundo en nuestras manos. Creo que es un salto a mirar más profundo en nosotros, y como decidimos vivir, que estamos decidiendo recordar y que podemos decidir dejar ir y sobre todo es una historia de amor trascendental, en donde se ama a pesar de que ya las personas se hayan ido, después de la pérdida e inclusive después de la muerte.