llena de personajes caprichosos, tozudez y todos los estereotipos y cliches como cosas comunes. El desprecio por lo sudamericano, la obligatoriedad de vender sustancias ilegales y s_xo en la vÃa pública como única salida laboral, y el carácter recio e intransigente, con todos los prejuicios posibles para que el protagonista parezca que está haciendo el bien. No, no, no, toda es mala gente, de diferente calaña y actitud. Lo más lamentable son las justificaciones que se dan en el guion, aunque hay que mencionar la actuación de la nieta como destacable al igual que su par, novio candidato a pandillero, que están ahà pero todavÃa siguen esperando que alguien les de el pie para empezar a actuar y dejar de ensayar. La primera temporada se deja ver hasta el final, y de verdad se agradece que concluya en algo, pero la segunda, ya desde el comienzo es lenta y predecible. La tercera... bueno, se filmó en ausencia.