Basada en hechos reales, Zemeckis nos envuelve en la fantasÃa perversa del delito. Ambientada impecable y sutilmente.Silvestri de nuevo arropa con el susurro del piano. Extraña y sin definir con dejos de regreso al futuro, recuerda nuestra infancia. El Gigoe y Barbie juntos en sinfonÃa de nostalgia. Los traumas de La guerra presente. Film sin pena ni gloria, no obstante seduce la trama. Es Zemeckis, siempre la vela encendida de su magia.