Blanca Marquez

Jhon Wick es en una palabra extraordinario en acción y emoción con sus acrobacias extremas, y la increíble intuición para defenderse con presición. La trama es cautivante desde que se inicia hasta el final. Y las escenas crecen cada segundo que se encadenan en suspenso sinigual. Es determinante conocer que se cumplen códigos de honor que son valiosos para decidir en ese mundo de acción, dónde sobrevivir es la meta para ser liberado. Es todo un éxito este film como Saga del siglo XXI porque está nutrida de artes marciales, escenarios de ensueño, personajes increíbles que cumplen presicion y determinación cada instante que se desarrolla del film. Que impresionante esa puesta en escenas frente a los emblemáticos parisinos, la torre Eiffel, Arco del triunfo y las escalinatas hacia la Iglesia que compaginan con esos momentos de máxima expresión de la destreza indiscutible para manejar las situaciones de peligro inminente. Es que es un sinfín de situaciones que merecen un Oscar sin comparaciones. Además de la profundidad en emerger situaciones marcadas en ese mundo oscuro, dónde se mueve Jhon Wick con esos códigos de honor de solidaridad y lealtad cuando se trata de defender a quien salvó una mascota en esas escenas magníficas. El amor profesado entre padre e hija para sentir ese feedback a la hora de actuar en legítima defensa por defender a una hija o padre. Es que ese mundo oscuro tiene sus reglas y normas en paralelo con el mundo del bien y aquí cabe la moraleja que aún siendo Jhon Wick el antiheroe no se debe juzgar ni señalar porque se encamino en ese destino ya que existen personas que imposible huir del mismo y solo aceptarlo y sobrevivir hasta lo último para ser liberado y al final lo logro. Y el éxito indiscutible de la trama. Que para algunas personas han colocado su comentario definiendo algunas cosas que no se ajustaron a lo esperado dentro de sus expectativas es mejor decirlas para saber que de las críticas también se sacan conclusiones para mejorar nuevos films futuros.