William Peñalosa

Una película familiar y entretenida; muchas personas fueron al cine esperando ver una obra de arte al estilo de Francis Ford Coppola, pero al fin y al cabo, es una película infantil. Sería como esperar ver Peppa Pig y encontrar una obra con matices filosóficos. Ruby Gillman ofrece un respiro al personaje femenino empoderado y fastidioso. En esta película se retrata de forma sutil el proceso de crecimiento, cómo anhelamos ser aceptados por personas populares y convertirnos en sus amigos, dejando de lado a nuestros verdaderos amigos. Desafiamos a nuestros padres creyendo que nuestras acciones cambiarán el mundo, pero la cruda realidad nos devuelve a la tierra. Lo malo es que la historia es demasiado corta y se echa en falta una mayor profundidad en algunos temas. Sin embargo, destaca por su hermosa fotografía y una paleta de colores fascinante. El trasfondo de la historia aborda experiencias comunes que todos hemos vivido durante nuestra adolescencia.