El ensayo de Stephen King para este libro es meramente anecdótico, y no se trata de ninguna joya oculta; pero proporciona ciertos datos de su vida que serán muy bienvenidos por sus fans.
En cuanto al resto del libro, las fotografías son magníficas, oscuras, siniestras, sombrías... Son realmente el fuerte del libro y vale la pena tenerlo para poder disfrutar de ellas.