Loreley _22

La serie retrata como anillo al dedo, valga la redundancia, el prototipo ideal de matrimonio tradicional. Aunque ambos se llevan de maravilla, las primeras grietas aparecen cuando ni Billie ni Cooper saben comunicarse; Billie no se sincera con Cooper ni consiga misma, no expresa su deseo de un sexo más alocado, más salvaje, menos puritano porque se avergüenza de haberlo vivido. Lo vemos cuando trata de huir de los recuerdos que tiene con Brad, sí quien la lastimo hasta la tuerca. Billie se convence de que quiere una vida tradicional porque no quiere volver a vivir una historia parecida como la que tuvo con Brad. Él si le ofrecía eso porque su mundo lo representa. Desde su carrera artística hasta parte de su pasado. Con Brad podía comunicarse porque tenían ideas afines, en cambio Cooper es más introvertido, quizás tímido, quien también se engaña al no admitir que desea a su compañera de trabajo y no a su esposa. La reaparición de Brad es el quiebre entre Billie y sus ideales, entre la vida tradicional que acepto al huir de Brad y su relación fallida, más tóxica. Aunque no estoy contenta con el final si entiendo cuál es el punto de la trama. Billie quería tener lo mejor de dos mundos, la familia, la casa, el perro, el auto y el esposo; el sexo salvaje por otro lado. Billie logra reconciliarse consiga misma y con sus decisiones pasadas, aceptando que puede tener lo mejor de las dos mundos. Pero también conecta con su feminidad, desapegandose un poco de la imagen de mamá y esposa. Que es lo que a muchas mujeres les pasa, dejan de enfocarse en ellas mismas y ya no se prestan atención como antes. Se olvidan de que pueden ser guapas, sexis y ser mamás al mismo tiempo. Aunque en el proceso traiciona a Cooper, vuelve con Brad al ver que el cambio. Un final que disgusta que choca con la intención de que Bille reconecte consigo misma. Sasha es la imagen contraria a Billie, termina su doctorado, es escritora y se reencuentra con Alex, el amor que dejó atrás por su carrera. Quien la acepta, la apoya, no intenta cambiarla y anima a que siga empoderandose. Ella renuncia a la idea de presentar a Alex como el machista en su obra, desafiando a su abuela quien la convenció de que no abandonará su vida por ir detrás de un hombre a otro país. Al parecer el que renuncia a algo está vez es Alex, aceptando que no es el lugar donde esté sino con quién esté acompañado. Ambos representan una pareja poderosa y admito que son mis personajes favoritos. Alex tiene todo lo que Sasha quiere y Sasha tiene todo lo que Alex siempre quiso. Ambos triunfan en sus respectivas carreras sin opacarse convirtiéndose en auténticos compañeros. Billie y Brad representan las cenizas de una historia inconclusa. Sasha y Alex el comienzo de una nueva historia que al principio tuvo un final justo para ambos, porque tenían que crecer. Si Sasha hubiera renunciado a sus estudios como psicóloga, hubiera sido otra Billie más. Pero eligió ser fiel a si misma y a sus sueños sin esperar lo que le esperaba después. Logrando el éxito que tanto deseo. La trama es buena. Vemos el pasaje de un amor apasionado a uno más maduro. Al principio las primeras etapas del enamoramiento son patentes y la mezcla de los colores en las escenas representan para mí la intensidad. La mezcla del rosa, rojo, ect hablan por si solos si lo aplicamos en una explicación psicológica. Lo que me extraña que Billie al ser profesora no hubiera hablado de eso. Pero hubiera preferido que Billie siguiera sola y no con Brad.