Felipe Vergara Rojas

Todos los giros forzados e inconexos. El guión usa demasiada magia, pero escasa lógica. Fotografía y actuaciones maravillosas.

La saga "Jurassic" es por lejos lo mejor que se ha hecho sobre el encuentro del humano con los dinosaurios. Sin embargo, la desbordante ambición del cierre dejó un sabor extraño, con espacios para una máxima nostalgia y otros para una película más parecida a Misión Imposible. La premisa de esta saga siempre fue el cómo el ser humano se relacionaría con los dinosaurios en esta época. Una reflexión que en muchos momentos fue casi filosófica, mezclada con suspenso y acción bien medido. Desde un inicio, los humanos mantuvieron la distancia necesaria para no ser presa de estas especies. Un mal movimiento era una muerte segura. No obstante, en "Jurassic World: Dominio" el humano desafía a las criaturas como si fuera un Avenger y los derrota o esquiva de maneras mágicas. La tensión tan real que representaba el tener un dinosaurio al acecho se disuelve y ahora una amenaza se arregla con un poco de acción y optimismo. Todo pasa demasiado rápido. Los personajes del pasado viven su reencuentro, los más jóvenes tienen otra historia paternal, el villano tiene un propósito engorroso mezclada con la clonación y los niños juegan con estos viejos animales. Juntar todo lo llena de lagunas y un mensaje que atender. Pero más allá de eso, la película entretiene entre disparos y enfrentamientos. Si te gustan las películas de acción, esta será tu capítulo preferido.