Encontré por casualidad el libro en casa de mis padres y aprovechando el tiempo de recuperación de una enfermedad he leído con absoluta obsesión está narración maravillosa de Boris. El hilo conductor es asombroso y el desenlace es magnífico, completado por una descripción de la Venezuela de antaño que te transporta. Gracias por hacerme la convalecencia más suave.